miércoles, 27 de febrero de 2008

Mis críticas en www.1blogdecine.com


Hola amigos y amigas,

Desde hace unos tres meses colaboro en un blog de cine. Es una experiencia gratificante aunque mi pequeño blog personal se ha visto perjudicado ya que suelo escribir más allí.

Pese a ello, voy a hacer un esfuercín para seguir actualizando este cine indiscretos que adoro.

Os invito a que me acompañeis en el nuevo blog (www.1blogdecine.com) y me deis vuestra opinión sobre todo.

Os espero allí y nos reencontramos aquí.

Muchos besos

martes, 4 de diciembre de 2007

La nostalgia abrazada


"Fados" es un hermoso homenaje a una música que vive abrazada a lo perdido

Uno de los grandes nombres del cine español cuando éste mostraba, por los 60, los primeros destellos de autoría y riesgo, Carlos Saura es, sin duda, uno de los creadores más respetados de la cinematografía hispana.

Su impronta en el desarrollo de un cine español más ambicioso y complejo resulta evidente, así como su capacidad para reinventarse, arrimándose a otros territorios de mayor experimentación formal cuando la ficción se le agotaba.

Fados es la última parada en el camino cinematográfico que iniciara hace 15 años con Sevillanas (1992) y que proseguiría, con estimable éxito, con Flamenco (1995), Tango (1998) y Salomé (2002) e Iberia (2005).

La capacidad escenográfica y musical de Saura le permite pergeñar, en cada uno de sus ensayos fílmicos, auténticas joyas de una precisión narrativa explorada desde la abstracción y recorrida por una emoción sensorial pura.

Fados es un nuevo, y hermosísimo, ejemplo de este cine de Saura parapetado entre paredes de luz y espejos, en el que el música se expande iluminándose, al tiempo que se desnuda el alma del arte acogido entre sus paneles narrativos.

La nostalgia propia del fado, su esencia destilada, es evidenciada por el film con tal claridad, con tanta belleza, a través de tantas historias relatadas en canciones heridas, que el espectador se ve atrapado en la red lírica de Saura, subyugado, entregado a una emoción lumínica y sensorial desde los primeros minutos de proyección.

Saura alterna las actuaciones con múltiples escenarios y soluciones físicas, combinando vídeos, fotografías y reflejos. Pero es la luz, prodigioso López-Linares, la que puntea y clarifica la acción y la música la que atorga el ritmo de estas mil historias explicadas.

Las doloridas letras y las rasgadas voces de los maestros del Fado ponen el resto. Entre homenajes, recuerdos históricos, políticos, nuevos ritmos y viejas leyendas, la luz y la música bailan al ritmo de una imagen que abraza la nostalgia lagrimosa del Fado para proporcionar la emoción más cálida.

Fados es un film de una sugerencia incalculable, un nuevo experimento visual y espacial deslumbrante, un nuevo guiño metalingüístico al propio arte cinematográfico, señalado con un magnífico final, y un homenaje bellísimo a esa música portuguesa cargada de dolor y de desgarro, de un lirismo cotidiano aprendido en sus calles y en el vivir de sus gentes.

De época


Después de un cierto parón, nos reencontramos con el comentario sucinto de dos de los estrenos vistos en las últimas semanas.

BEOWULF de Robert Zemeckis
Bello poema épico explicado con las nuevas y más avanzadas tecnologías. Le llaman motion-capture y consiste en interpretaciones reales que luego se digitalizan. La película, resultona y entretenida, está encaminada a lograr el espectáculo más rabioso y llamativo para la platea. El film funciona, es movido y aleccionador en algunas secuencias y posee un ritmo bien calculado y agradecido. Parece Zemeckis cansado de probar planos que la técnica convencional le impide realizar. Aquí no hay límites, ni cortapisas técnicas ni narrativas lo que le confiere libertad formal pero le resta la hermosa creatividad del cine de siempre.
PUNTUACIÓN: 7


ELIZABETH: LA EDAD DE ORO de Shekhar Kapur
Si nos olvidamos de la "olvidable" caracterización de Jordi Mollà como Felipe II, la película es un claro ejemplo de film histórico al uso. Bien rodado, aunque excesivamente esteticista en el tramo final; relativamente fiel al contexto narrado, pese a que se le va la mano en la divinización de la reina en su tramo conclusivo; correctamente interpretado, magníficamente diría yo en cuanto a Cate Blanchett; de un ritmo pausado y algo ampulosa. Contiene buenas escenas de intrigas palaciegas y una aceptable caracterización de la Reina de los ingleses.
PUNTUACIÓN: 6

lunes, 12 de noviembre de 2007

May


May Welland es un personaje de "La Edad de la inocencia" de Martin Scorsese, film que me fascina y tortura desde hace ya muchos años.

Hace poco, comentábamos que es hermoso que las películas sean los puntos de partida de otro tipo de escritos, que te impulsen a reseñar algo más allá que una crítica al uso.

El otro día fue un artículo de opinión y hoy esta "poesía", por llamarle de alguna forma, que me surgió de la película y de este personaje (interpretado por Winona Ryder) mientras escribía el guión de un programa de radio sobre la música de este film.

La poesía no es lo mío, pero como surgió de una forma espontánea y despreocupada, de la misma forma os la muestro:


"
Entre sus alas pequeñas
se encuentra la ensenada
de tu futuro arrebatado.

Su nombre envuelve flores
y despertares de un astro rey
que te gira la espalda.

Sus frágiles pupilas
y sus coloreadas mejillas
adornan la negritud y la pérdida
que no comprendes.

Sus blancos gestos
y sus manos delicadas
agujerean impíamente
tus deseos más perseguidos
y tus anhelos más pueriles.

De la negación a la desesperanza
hay un solo camino:
el atajo sinuoso
y torpe de tu confianza.

Tu cuna compartida
se transmuta en un lecho sombrío
que te entierra en vida,
salpicando en tu rostro
la arena del tiempo
y el barro insidioso
de tu suceder negado.

Y no te diste cuenta."

El plumero del guionista


Crash" arrebató, en los Oscars, el más importante a la merecedora y bellísima "Brokeback Mountain".

La decisión de los académicos fue discutible, en su día, aunque ayudó a valir la historia de Ang Lee. La realidad volvió a aliarse con la de décadas atrás expresada en la historia de amor de esos dos chicos. En fin, no hubo final feliz en los Oscars, como tampoco lo tuvieron en su affaire amoroso.

Vista hoy, con el reconocimiento a mi holgazanería en su momento, aunque lo cierto es que me generaba pura rabia ver el film ganador, la propuesta de Paul Haggis es más que discutible.
La película está bien, sobretodo formidablemente escrita y dibujada en el papel, pero es de aquellas obras que sabes que están hechas por un guionista. O sea, que se le ve la trampa, el artificio narrativo.Crash es interesante y posee imágenes explosivas, nunca mejor dicho, pero es efectista en muchos tramos, machacona en su temática y reiterativa.

Estableciendo un paralelismo, "Grand Canyon" de Lawrence Kaskan resultaba más convincente expresando casi lo mismo: la sensación de violencia continua en una sociedad desquiciada. Pero lo hacía con mayor frialdad aparente, mostrando sin enfatizar.

A Haggis se le va la mano y, en muchos momentos, se echa en falta mayor finura o nociones connotadas. Es demasiado explícito en su ideología, acumulando demasiados ejemplos de aquello que quiere expresar.
Es como el cine de Fernando León, ves una escena y sabes cuál será la siguiente. "Crash" es un buen film, no lo negaré, pero se le ve demasiado el plumero.
PD1: Me gusta mucho más el "Crash" de David Cronenberg. Fascinante historia malsana basada en una novela angustiosamente bella como la de Ballard.
PD2: En unos días, publicaré la crítica de "In the valley of Elah" la segunda como director de Haggis que es otra cosa.

martes, 30 de octubre de 2007

Menos Matrix y más Torremolinos


Contemplar el horror cinematográfico de los hermanos Wachowsky te despierta del sueño cloroformado del cine vacuo.

Muchas veces vas al cine y ves una buena película. Valoras su calidad y sus virtudes de forma clara y la recomiendas a diestro y siniestro. Este ejercicio no sirve para nada. Unas semanas después, nadie se acuerda de ella. Llega la descomunal industria que los americanos han instaurado en todo el mundo y la pequeña obra se hace invisible.

Matrix en una esquina y Torremolinos 73 en la otra. Empieza el combate. El primer puñetazo, a base de dólares, noquea a la película de Pablo Berger. KO. De nuevo, la superproducción de infinitos dólares entierra hasta lo más profundo a una obra realmente cinematográfica.

Si amas el cine, la conclusión después de ver las dos películas, puede ser otra. Contemplar el horror filmado por los hermanos Wachowsky te abre los ojos y te hace sentir con más fuerza que nunca que films como Torremolinos 73 merecen ser reivindicados con más fuerza que nunca.

Matrix era una gran película. Un film de ciencia-ficción en toda regla que se convirtió en una película de culto por su fuerza, por su atrevimiento formal y tecnológico y por su apasionante tratamiento filosófico y religioso. Era una obra que marcó un antes y un después en este tipo de cine sobretodo porque se consolidaba como un film de su tiempo, que mezclaba y variaba todas aquellas referencias culturales y estéticas del momento en el que fue concebida. Matrix se estudiará dentro de unos años como una película clave.

La segunda parte, Matrix Reloaded, es otra cosa. Es un film impresentable, un videojuego sin profundidad alguna que abusa de los efectos visuales y que ningunea una base argumental que resultaba fascinante. Les pasa a las segundas partes americanas. Más dinero y menos ideas. Lo de siempre. Tras ver este desastrosa segunda parte, salí del cine con un título en la cabeza: Torremolinos 73.

La vi unas semanas antes y ya no me acordaba de ella. La propaganda me había hecho silenciar el buen rato que me hizo pasar aquel film. Y no hablo de pasar el tiempo y entretenerte. No sería justo. Torremolinos 73 es una película inteligente y bien filmada, que apunta grandes cosas con sutileza y que no pierde en ningún momento ni su intención y su agudeza. Nos habla de un matrimonio que se dedica a grabar videos porno para el mercado escandinavo en los años 60 y 70. La descripción de la época y la apagada fotografía son ejemplares pero no lo más destacado.

La habilidad de su guión es indiscutible. Nos habla de una España concreta sin grandes aspavientos y muchas verdades, de las necesidades y deseos de unos pobres diablos de esa España deprimida y desorientada, del cine. Sí, sí, nos habla del cine y de su industria y de sus gentes y de sus perversiones. Y, aunque sus conclusiones puedan resultar obvias o previsibles, el ingenio de su director te las hace originales por su sencillez y honestidad en su explicación.

Lo fácil hubiera sido sacar a ese matrimonio del modelo y hacerlos outsiders o seres apartados de su realidad social. Lo complicado y, a la postre punzante, es llegar a conseguir que el espectador se mueva entre la comprensión, la ternura y la lástima mientras contempla como ese matrimonio corriente filma su particular apología necesitada del sexo entre pucheros.

Matrix te anestesia de la realidad del cine pero, a continuación, te despierta dada su mediocridad como el que lo hace de una siesta: con ganas de comerte algo realmente dulce, o sea, cine de verdad.

Lo último


La pereza, que aparece de vez en cuando en nuestra cotidianidad, me obliga a resumir lo último que he visto de la forma más sencilla y rápida: con puntuaciones y breves comentarios.

Cuando desaparezca o cuando una película me estimule lo suficiente como para dedicarle más de un ratito, volveremos a la crítica de toda la vida.

En todo caso, ahí va lo último que he visto y me ha gustado, o no:

53 DÍAS DE INVIERNO de Judith Colell
Preciosa, intimista y melancólica historia de personajes a la deriva en el contexto de una sociedad fría y distante. Su sencillez y honestidad brillan y la definición de sus personajes resulta auténtica y emotiva
PUNTUACIÓN: 7


FRACTURE de Gregory Hoblit
Muy discreto thriller con un Anthony Hopkins haciendo descaradamente de Hannibal Lecter y un Gosling más perdido que un cartero en Barcelona. Previsible, destensionado y alargado film con un misterio que se resuelve con el típico cambio de maletas.
PUNTUACIÓN: 4


HAIRSPRAY de Adam Shankman
Aún sabiendo que tiene un tonillo Disney nada disimulado, mi adoración hacia John Waters y la alegría y vitaminas que me proporciona me obligan a resumirme con un "me lo pasé en grande". Buenas canciones y mucha fuerza en un film, eso sí, convencional.
PUNTUACIÓN: 7

INVASIÓN de Olivier Hirschbiegel
Desastre monumental en esta nueva versión de un clásico de la ciencia-ficción tan querido como es "La invasión de cuerpos". El film es lamentable, precipitado, con un montaje imposible, incongruencias por doquier, saqueos narrativos continuos y con un mensaje de fondo tan postizo como débil. Penoso.
PUNTUACIÓN: 3

PROMESAS DEL ESTE de David Cronenberg
Sinceramente, me sabe a poco esta nueva película de un maestro tan admirado. Siguiendo la estela de "Una historia de violencia" a este film le falta tensión, un argumento más rocoso y una resolución no tan maniquea. Decir que está bien dirigida, resulta obvio.
PUNTUACIÓN: 6


SUPERSALIDOS de Greg Mottola
Es magnífica, emotiva, divertidísima. Una comedia de adolescentes que habla de lo difícil que es ver como la vida cierra un ciclo y te aleja de los amigos y la inconsciencia de un mundo duro pero divertido. Perfectos personajes, buenas situaciones y un transfondo emotivo que la diferencia del resto de películas de este estilo. Estupenda, realmente estupenda.
PUNTUACIÓN: 8